No hay nada peor en la vida que ser indiferente para
los demás. Ser ese amigo que cuando queda en grupo parece uno más de
la pandilla pero que, el día que no está, nadie piensa que cómo se nota que ese
día no ha pasado la tarde con ellos. Ser ese compañero de clase y de trabajo
que parece integrado entre sus compañeros pero que, el día que falta, nadie le
escribe ni se preocupa por el motivo por el que no ha acudido.
Y, si
realmente estás en una de estas situaciones, quizás sea porque en realidad no
eres quien quieres ser, sino que te dejas llevar por la personalidad de los
demás y evitas mostrar tu verdadero yo para evitar ser discriminado. En tal
caso, lo que ocurre es que debes empezar a encontrarte a ti mismo.
Estas pautas pueden ayudarte a lograrlo:
1. Valora lo que tienes
Muchas
veces nos quejamos por tonterías: porque no nos han puesto la nota que
queríamos en un examen, porque estamos hartos de tener un trabajo que no es el
soñado, porque no tenemos “nada” de ropa que ponernos… Cuando realidad tenemos
un montón de cosas positivas que no tenemos en cuenta: salud, una familia que
nos quiere, unos amigos que nos apoyan en los peores momentos… ¡Eso es lo
verdaderamente importante!
2. Haz una lista de todo aquello que quieres hacer y
lucha por ello
En
numerosas ocasiones nos quejamos porque no nos gusta lo que hacemos pero, en
realidad, tampoco tenemos claro qué es lo que queremos hacer. Para averiguarlo,
dedícate un tiempo a ti mismo para reflexionar, para saber qué es lo que te
motiva, lo que te mueve en la vida… Y una vez definido, no pares hasta
lograrlo.
3. Atrévete a romper con todo
Muchas
personas sí son conscientes de lo que les gustaría hacer, pero tienen miedo a
hacerlo porque no es lo que se espera de ellos, por miedo a fracasar… Y se
convierten en la persona que hace todo lo que tiene que hacer, pero no lo que
quiere. Y lo peor es quedarse con las ganas de hacer algo y sentirse impotente
por no tener la fuerza suficiente para romper con todo. Así que, no lo dudes,
lánzate.
4. Mentalidad positiva
Tener una
actitud optimista y receptiva es la clave para conseguir todo aquello que nos
propongamos. Además, la gente positiva atrae a los demás, ya que nadie tiene
ganas de estar todo el día al lado de alguien que se pasa las horas quejándose
por todo porque nada está a su gusto. ¡Aplícate el cuento!.
“Ningún sueño es
demasiado grande para no cumplirlo hoy”
Comentarios
Publicar un comentario