Muchas veces fluimos con la vida y nos dejamos llevar por la corriente de obligaciones, estudios y trabajos que imperan en ella, intentando llegar a todo pero sin disfrutar verdaderamente de lo que más nos importa. En ese camino, es fácil que nos agobiemos porque tenemos la sensación de que no hacemos lo que queremos y que necesitamos un cambio de vida, pero no sabemos por dónde atajarlo.
En esas
ocasiones en las que la desidia y la falta de motivación en algún aspecto de
nuestra vida se extienden a nuestra vida en general, no dejándonos ser felices,
tendemos a pensar que rompiendo nuestra relación sentimental la vida será mucho
más fácil, los agobios desaparecerán y todo será como en un cuento de hadas. Pensamos
que así tendremos tiempo para nosotros, pero cuando el tiempo pasa, nos damos
cuenta de que el tiempo solos es una eternidad y que el tiempo volaba cuando lo
compartíamos con nuestra pareja. Lamentablemente, antes de tomar una decisión
así es preciso valorar lo que tenemos y no tener que arrepentirnos de que los
agobios se adueñen de nuestra voluntad y nuestros sentimientos reales en
situaciones “límite”.
Por ello, es importante tener en cuenta todo aquello
que una relación nos aporta:
- Planes e ilusiones: Está científicamente demostrado que tener planes e ilusiones nos hace ser mucho más felices, ya que mantenemos las expectativas en algo que deseamos profundamente, y eso hace que los momentos más complicados sean muchísimo más llevaderos.
- Una sonrisa tonta de oreja a oreja que nos hace la vida más bonita.
- Un buen motivo para levantarnos y acostarnos felices, y para luchar en los momentos más complicados.
- Apoyo constante: Tu pareja es aquella persona que te apoya, te escucha, te comprende, te entiende e intenta hacerte la vida más fácil, aun siendo que eso implique alterar su forma de ver la vida o transigir en algo en lo que no esté de acuerdo. Es la magia del amor.
- Felicidad como nunca antes creíamos que existía: Tener una relación nos hace llevarnos a los extremos: Cuando estamos bien con nuestra pareja, vivimos una felicidad que pensábamos que no era posible; cuando estamos mal, tocamos fondo de la peor de las maneras. No obstante, es preferible vivir la vida intensamente (aunque eso conlleve altibajos) que vivir una vida lineal en la que la nota predominante sea la rutina.
- Empatía: Nuestra pareja se alegra por nuestros logros más que por los suyos propios, no es 100% feliz si nosotros no lo somos…
- Conseguir hacer de un día cualquiera, un día especial
- La capacidad de hacernos volar sin alas: Nuestra pareja es aquella persona que no nos juzga; que no nos cambia; que nos ayuda a ser mejores; que nos enseña lo bonita que puede llegar a ser la vida; que cuando tenemos malos momentos, no nos deja solos; que cuando nos agobiamos, nos calma; que cuando reímos, ríe con nosotros; que cuando lloramos, llora con nosotros; que cuando nuestros problemas le hacen sufrir, no nos abandona a la primera de cambio, sino que lucha por buscar soluciones… Nuestra pareja es aquella persona que sabemos que es especial y que por eso no queremos perderla por nada del mundo.
Como siempre, este artículo nos habrá hecho reflexionar y a lo mejor darnos
cuenta de que no queremos perder a aquella persona que se ha adueñado de
nuestro corazón, que queremos recuperar a quien dejamos escapar por gilipollas,
o que no estamos agradeciendo a nuestra pareja todo lo que hace por nosotros.
¿Qué hacer ahora que te has dado cuenta de que podrías
hacer a esa persona mucho más feliz, y por ello, serlo tú también?
¿Desesperarte y asumir las consecuencias de perderla?
¡No! Os voy
a dar un par de soluciones para demostrar el amor que sientes por alguien, que
son válidas independientemente de que tu pareja sea hombre o mujer:
1 1. Revivid
vuestra primera cita:
Haz memoria
(sobre todo si lleváis muchos años) y recuerda cómo fue vuestra cita: dónde
quedasteis, qué hicisteis, qué comisteis, qué ropa llevabais… E intenta
simularla a la perfección, invitando a tu pareja a revivir minuto a minuto
aquella cita que marcó un antes y un después en vuestras vidas. Es una de las
mejores demostraciones de amor que existen.
2 2. Dale una
sorpresa que sabes que jamás olvidará:
Y eso sólo
lo sabes tú. Tú conoces a tu pareja mejor que nadie y sabes lo que le haría
ilusión. Para los que os quedáis bloquead@s, os voy a dar un par de ejemplos
infalibles:
Ø Escríbele
una nota de amor, plántate en su casa y déjasela en el buzón. Haz que baje a
por la correspondencia, que la lea, y luego aparece por sorpresa. Si llevas
flores, ya la sorpresa es redonda.
Ø Invítala a
algún plan que no hayáis hecho nunca como pareja (Ej. Ir a cenar a un
restaurante nuevo, ir a tomar algo a un bar que no conocierais, ir al teatro…)
y regálale algo que, no teniendo prácticamente valor material, implique un gran
valor sentimental para los dos (Ej. 2 pulseras de cordones, llevando una cada
uno; un par de llaveros que unidos forman una figura en especial, quedándoos
uno cada uno…).
Recuerda este
proverbio:
“El amor
hace posible lo imposible”
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