DEJA DE BOICOTEAR TU PROPIA FELICIDAD Y VIVE LA VIDA QUE SIEMPRE SOÑASTE


Hemos caído en la pésima creencia de que poca gente puede vivir siendo plenamente feliz y de que, por mucho que lo intentemos, siempre habrá algo que nos impida a ese objetivo del 100%. No obstante, las cosas no son así, y el problema está en nosotros mismos, ya que es una cuestión de mentalidad.

Creer que es normal tener muchas preocupaciones, las cuales no nos permiten disfrutar de cada segundo y hacen que los momentos de felicidad sean segundos y los momentos de angustia horas, es un error de concepto. Y en cambiarlo radica el primer paso para poder disfrutar plenamente de tu vida.

¿Cuántas veces te has levantado por la mañana sabiendo que tenías una reunión de trabajo o un examen por la tarde y no has hecho más que desperdiciar el día pensando en eso tan importante, dejando todo lo demás a un lado? Piénsalo: has desayunado deprisa y corriendo (si lo has hecho), te has pasado toda la mañana con una cara de amargado absoluta, te ha sentado mal la comida, has contestado los WhatsApps como si te estuvieran torturando y has respondido a tu familia con total desgana, dejándolos preocupados. Y todo eso, ¿para qué? Para que luego la reunión/examen haya ido bien (tal y como cabía esperar, aunque desde nuestro punto de vista se tenían que alinear los planetas para que no fuera catastrófico) y hayamos desperdiciado un día muy bonito.

Ahora que ya has detectado que sufres una tendencia al boicot de la propia felicidad, toca ponerle remedio
. Y la solución es mucho más fácil de lo que crees. Para ello, sigue los siguientes pasos:

1. Empieza bien el día


Levántate todos los días pensando en que va a ser un día estupendo y que sabrás afrontar todas las dificultades, ya que los pensamientos positivos atraen los buenos resultados.


 2. Simplifica



Si hay algo que te preocupe mucho, réstale importancia: Si tiene solución, se acabará solventando; y, si no la tiene, no merece la pena pensar en lo imposible.


 3. Sé amable



Muestra preocupación por tu familia o por tu pareja, escribe a tus amigos para preparar algún plan que te haga ilusión, contesta de forma simpática a tus compañeros de trabajo…


 4. Trata de ver la parte positiva en cada persona que interactúe contigo a lo largo del día.



Si está amargada, piensa que tú también lo estabas hasta hace poco, así que intenta hacerle el día más agradable, quizás se dé cuenta de que también boicotea su propia felicidad y decida dar un paso para solucionarlo.


 5. Sonríe, todo es más fácil con una sonrisa en los labios.




6. Evita los pensamientos negativos


Si creemos que algo va a salir mal cuando ni tan siquiera lo hemos probado, saldrá mal. Empieza a creértelo o, al menos, a albergar una esperanza, y la vida será de color de rosa.


 7. Haz planes



Hacer planes a corto plazo (ej. Este viernes voy de compras, el domingo me tomo un café con mi mejor amiga, la semana que viene iré a pasar el día a un pueblecito romántico con mi chico) te hace tener una ilusión adicional y afrontar las cosas que menos te gusten de una forma más positiva.


8. Busca actividades que te motiven



Puede ser que tu trabajo no te guste o que tus estudios te tengan quemado, pero piensa que eso es sólo una parte de nuestra vida, y que en el resto de tiempo libre puedes hacer mil cosas que te gusten. No lo dudes: apúntate a esa clase de pilates que tanto te llama la atención pero la pereza te evita hacerlo, apúntate a esas clases de baile que tan bien te vendrían para sentir a tu pareja más cerca, apúntate a clases de cocina para tener algo con lo que sorprender a tus invitados, etc.


 Ponte a ello, y verás los resultados. No es una tarea fácil, ya que la mente está acostumbrada a no parar nunca. Por ello, tienes que ser paciente y tener en cuenta estos consejos:

- Si ves que los pensamientos negativos vienen a tu mente, grita: ¡STOP! al tiempo que das una palmada.

Puede ser que los pensamientos luego vuelvan, pero al hacer este acto lo que haces es interrumpirlos temporalmente y evitar entrar en un bucle de pesimismo que no te conviene, permitiendo a la mente tomarse ese respiro que tanto necesita.


Intenta tener una atención plena y consciente en lo que haces.

Para ello, centra tu atención solamente en la actividad que estás realizando, lo que te permitirá valorarla de una forma positiva y, además, hacerla de forma más óptima. Por ejemplo, no sirve de nada ver una serie en la tele mientras discutes con tu novio por Whatsapp y estás terminando un informe o un trabajo para mañana para clase. Organízate: Graba esa serie que tanto te gusta para verla con tranquilidad cuando tengas tiempo, termina el trabajo lo antes posible para quedarte tranquila y, finalmente, ten una conversación bonita con tu pareja para que te reconforte después de un largo día.


Pruébalo, y los resultados aparecerán progresivamente ¡pero tan pronto como lo intentes!

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