Vive la
historia que te gustaría contar. Este debe ser tu propósito cada día. ¿A que no
te gustaría contar que tienes una vida monótona que se resume en ir de casa al
trabajo, no hacer deporte, no hacer todos los planes que te gustaría, no salir
tanto como te apetecería, y no dejarte llevar y hacer lo que te dé la gana?
¡Pues no lo hagas! Empieza a escribir tu propia vida, sin miedo a equivocarte
ni al qué dirán, con ganas de aprender y de disfrutar. Próximo destino:
Felicidad.
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